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Gonzalo García Abella

Madrid, 22 de abril de 1996

El corredor de Torrelodones es otra de las grandes referencias del panorama ciclista con diversidad funcional, no solo a nivel nacional, también mundial. El madrileño, quien padece una parálisis cerebral desde su nacimiento, compite sobre un triciclo dentro de la categoría MT1. García Abella ha logrado hasta cinco títulos nacionales tanto en la modalidad contrarreloj como en la prueba de fondo, pero también se ha impuesto en dos pruebas de la Copa del Mundo y ha concluido tercero en la ruta y en la crono de todo unos campeonatos del mundo. La perseverancia, la constancia y la entrega son las grandes señas de identidad de un chaval encantador que fue captado para el universo ciclista de alto nivel por el trabajo de Begoña Luis en el proyecto del equipo Cofidis de promesas paralímpicas. Hasta entonces Gonzalo, Gon, había practicado baloncesto y piragüismo, más desde un prisma recreativo, pero un día tras ver las pruebas de velódromo de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 le llamó la atención y acudió al cercano velódromo de Galapagar para interesarse. “Siempre me ha gustado el deporte”. Allí, de la mano de Marcelo Escudero, comenzó a aventurarse en la pista con una bicicleta convencional, hasta que gracias a la Fundación Saiatu y Aitor Oroza pudo probar un triciclo y disfrutar de las sensaciones de libertad y seguridad. En 2014 comenzó a competir y su carrera no ha dejado de evolucionar. “Mis padres han luchado tanto por mí que el ciclismo también es una forma de devolverse todos esos esfuerzos”, agradece. Gran amante de la música rock, García Abella ha inspirado un tema del grupo Impostores: “Antes quemado que apagado”. “Comencé a seguir a grupo llamado Nadye, cuyo guitarrista es compañero de mi padre. A raíz de Nadye llegué hasta Gus y Los Impostores y surgió una amistad. Un día el cantante me dijo que había compuesto una canción que se inspiraba en mí, una pieza para motivar. Un tema que hablará de no venirte abajo nunca, de luchar por tus sueños, de sacar fuerzas cuando ya no sabes de dónde sacarlas”.

Con la colaboración de